El reportaje fotográfico en despachos profesionales abarca diferentes sectores.
Desde el sanitario -con todo tipo de clínicas- hasta los bufetes de abogados, existe un amplio abanico de servicios.
¿Qué pueden tener en común cuando hablamos de imagen?
No es fácil mostrar de manera atractiva y en imágenes un servicio que se presta, ya sea a particulares o a empresas.
La profesionalidad es un producto de la escucha, la cercanía y el conocimiento, pero estos no son conceptos fáciles de reflejar en imágenes.
En los reportajes que realizo para despachos profesionales trabajamos siempre sobre dos ejes.
El primero son las personas, retratando a los hombres y mujeres que están al frente, siempre de manera directa, sencilla y sin artificios.
Evito las fotos de estudio y prefiero que los retratados posen en sus entornos reales de trabajo, ayudando a presentar una imagen cercana y accesible.
La clave está en huir de las poses extrañas, los gestos adustos y las luces oscuras.
Pongo mucho énfasis -en las sesiones- en dirigir las poses de las personas para mejorar su lenguaje corporal.
El segundo eje se centra siempre en el entorno, en mostrar el espacio donde se realiza la actividad pero de una manera dinámica.
Aunque la arquitectura o el interiorismo del despacho profesional sea muy interesante, busco siempre darle vida incluyendo a las personas, el movimiento y la actividad.
También en este caso funcionan las imágenes limpias y luminosas para que el espectador y potencial cliente se sienta atraído.
Estos dos puntos que acabo de comentar tienen una cosa en común: poner a las personas en el centro de la imagen para conseguir una buena comunicación con sus clientes.