El cometido de un estudio de fotografía comercial es apoyar con imágenes el lanzamiento de nuevos productos.
En este caso se trata de un nuevo embutido destinado al mercado gourmet.
FOTOGRAFÍA BODEGÓN PRODUCTO EMBUTIDO
El chorizo Legado Pinón tiene dos variedades -dulce y picante- y el cliente encargó, además de las fotos sobre fondo blanco, dos bodegones.
Básicamente, un bodegón tiene tres ingredientes: producto, puesta en escena e iluminación.
Del producto hay poco que hablar. Es el protagonista, hay que hacerlo destacar, incluyendo sus etiquetas, presentación y formato.
La puesta en escena es siempre responsabilidad de una estilista gastronómica.
Es ella la que decide primero qué fondo/base es la más adecuada.
A partir de ahí se incorpora el atrezo más adecuado, en este caso la tabla de madera y los ingredientes con los que se elabora el producto.
La iluminación crea la atmósfera, refuerza la idea de un producto artesano y resalta las diferentes texturas.
Las posibilidades de composición son casi infinitas.
Siempre hay que tener en cuenta que -tratándose de alimentación- hacer que el producto luzca apetecible es la prioridad.
Con esa premisa solo queda tirar del hilo hasta conseguir remover los jugos gástricos.
Es la meta y el punto de partida.